lunes, 13 de junio de 2016

IMPORTANCIA DE LA LEALTAD EN LA AMISTAD




No hay riqueza más valiosa que un buen amigo seguro. Ser leal supone ser persona de palabra, que responda con fidelidad a los compromisos que la amistad lleva consigo; los amigos nobles no critican, ni murmuran, ni traicionan una confidencia personal y siempre se encuentra veracidad en sus palabras. Son verdaderos amigos quienes defienden los intereses y el buen nombre de sus amigos.


Ser leal también es hablar claro y ser franco; la lealtad también se demuestra al corregir a un amigo que se equivoca.



La lealtad es una virtud que se desarrolla en la conciencia y que implica cumplir con un compromiso aun frente a circunstancias cambiantes o adversas. 

Se trata de una obligación que uno tiene para con el prójimo. Por ejemplo: “El ayudante técnico mostró su lealtad al entrenador despedido y dejó su cargo”.


Lo contrario de la lealtad es la traición, que supone la violación de un compromiso expreso o tácito. El caso más comúnmente citado es la infidelidad en una relación de pareja: no ser leal a esa persona con la cual se estableció un lazo sentimental es considerado una traición.

Se habla de lealtad, además, para hacer referencia a la gratitud, compañerismo y amor que algunos animales son capaces de mostrar a las personas.


 El perro y el caballo suelen ser mencionados como animales leales, capaces de arriesgar sus propias vidas para salvar a sus familiares humanos. 

Con respecto a esta visión en particular, es necesario hacer ciertas aclaraciones.

Si la lealtad realmente consiste en aceptar torturas por no poder o querer separarse de otro ser vivo, entonces se trata de un término retorcido y siniestro.


 Detrás de algunos perros de raza pequeña que lucen lazos que no 
escogieron, que van más seguido a la peluquería que muchas de las personas que conocen, y que curiosamente ladran a todo animal que se cruza en su camino, hay un ser vivo colmado de estrés y de frustraciones, un individuo forzado a vivir encerrado entre cuatro paredes, con tutores que le enseñan a despreciar aquello que debería amar: la libertad y la naturaleza.

La lealtad entre personas y animales ha sido protagonista de muchas de las obras literatura más importantes de la historia, algunas de las cuales han sido llevadas a la gran pantalla. Dos ejemplos ampliamente conocidos son “Colmillo blanco” y “Azabache”.


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